No hay que confiarse

Ayer la liebre Bolt, el mejor atleta del mundo, perdió una carrera contra un joven que le había retado. El primero que cruzase la meta en una carrera dando una vuelta entera a toda la pista de atletismo ganaría el desafío. Si el joven ganase podría ir a las siguientes olimpiadas, y ganó.

Lucas Rodríguez, un joven tortuga de 10 años a ganado una carrera a Bolt el mejor del mundo. (Se ven imágenes del chico que todavía no se cree que acaba de ganar al mejor del mundo.) Bolt había aceptado el reto porque quería ganar algo más aunque fuese contra un chico que no corriese nada. Entonces al principio de la carrera, Bolt iba a muy poca velocidad pero el joven no le podía adelantar. En la mitad de la carrera Bolt se reía de su contringante porque no le adelantaba pero al final Lucas pego un sprint y adelanto a Bolt en la recta final.(Se ven imágenes de el final de la carrera.)

La "turbo-tortuga", su nuevo mote, dice lo siguiente:"Estoy muy sadisfecho de este logro y voy a seguir entrenando muy duro".(Se ven imágenes de Lucas hablando y después de Bolt felicitándolo.)Pero todo esto no significa que la liebre Bolt ya no sea tan buena si no que a aprendido una lección: no confiarse.